Los italianos son muy amables y atentos, a la hora de ser anfitriones, y por esta razón debes ser muy cuidadoso con tus acciones en la mesa y en el intercambio social, porque sin querer pueden resultar negativas en cuanto a lo que entiendan con respecto a protocolo y etiqueta en Italia.
Como sabes, la pasta es la comida popular o tradicional de Italia, toma muy en serio no mezclar la pasta y la salsa, además otro tips muy importante, nunca se te ocurra la idea de enroscar la pasta sobre una cuchara, en vez de ello, puedes utilizar el borde del plato.
Como en la mayoría de las culturas, en casi todos los restaurantes existen generalmente menús para niños, como es el caso de papas fritas y nogets de pollo, en el caso particular de Italia, no encontraras un menú diferente para los más pequeños, porque los niños están acostumbrados a comer la misma comida de sus padres.
Otra particularidad de los italianos, que posiblemente para nosotros seria de mala educación o solo un habito que harías en casa y sin que nadie te vea, es que, está permitido y es bien visto mojar el pan en el resto de la salsa que queda al final en el plato, para ellos es hacer un tributo al chef, por lo que significa que la comida estaba deliciosa.
Cuando culmina la comida y después de haber degustado el postre, los italianos toman expresso, pero lo que no está permitido, es que después de las 10 de la mañana tengas el atrevimiento de pedir un cappucino, esto no tiene explicación, pero para ellos es inaceptable.
Si quieres pedir la cuenta puedes decirlo de dos maneras, “cameriere il conto” o “pagare prego”, a lo que suelen contestar súbito signore!, además de esto, un punto que debes tener en cuenta es revisar la factura, “no te confíes”, porque suele ser diferente de lo que pediste.
Si crees que puedes abusar del queso estando allá, pues te digo que servirte parmesano extra es todo un privilegio y nunca se lo agregues a nada que provenga del mar, como pescados y mariscos, simplemente no combina para ellos.
La puntualidad no es su fuerte, así que no te resulte extraño que si haces un encargo y acuerdan una hora especifica de entrega, no te molestes si pasado bastante tiempo, después tu orden no esta lista.
Si el caso es que eres invitado a la casa de alguien, nunca llegues tarde, pues es muy mal vista la impuntualidad y recuerda, que es de buen gusto llevar al anfitrión, flores frescas o una botella de buen vino, porque el vino es siempre el acompañante perfecto de la comida italiana.
Debes esperar que tu copa sea servida varias veces durante la velada, pues ellos consumen más vino que agua y si no te apetece seguir tomando mas vino, simplemente deja de beber después que vuelvan a llenar tu copa.
Los aperitivos tradicionales en cualquier casa italiana son la pasta y el rissotto, se sirven calientes y por esta razón el anfitrión comenzara su preparación antes de tu llegada.
Italia se caracteriza por ser el epicentro de la moda, por lo que el vestuario es muy elegante y debe estar acorde al momento y el lugar, son de costumbres muy apegadas a la religión, lo que se traduce en que debes vestir decorosamente si tienes en mente visitar iglesias o templos, evita escotes, minifaldas y ropa que deje ver el cuerpo de manera indecente.
Los italianos se caracterizan por ser gritones y de temperamento muy fuerte, saludan efusivamente, aunque estén acabando de conocerte, ten mucho cuidado, con intentar imitar el lenguaje corporal de estos personajes, porque es bastante complicado, podrías confundir la expresión y decir una enorme grosería a cualquier persona.
Para finalizar tienen su manera peculiar de llamar a las personas por sus profesiones, por ejemplo, un periodista, empleado de un banco o funcionario público, lo llaman Dottore o Dottoressa, a los profesores se les dice, professore o profesoressa, a quienes reparan cosas son ingenierie, las damas importantes son tratadas como Donna y los altos cargos eclesiásticos y políticos se les nombra como eccelenza.
Cuando visites Italia, presta mucha atención a la manera como se comportan los lugareños para, para que puedas estar a la altura de las situaciones que se te presenten y quedes bien visto según el protocolo y etiqueta italiano.